El móvil se ha convertido
en un objeto imprescindible. Nadie sale hoy en día a la calle sin el. Quien lo
olvida en casa se siente perdido, descolocado. El móvil es casi una parte más
de nuestro cuerpo; es una prolongación de nosotros mismos.
El uso de el comienza cada
vez a una edad más temprana. Se regalan móviles en las Comuniones y al ritmo
que vamos se regalarán en los bautizos.
El móvil ha dejado, además,
de ser un móvil. Los móviles son relojes, cámaras, agendas, ordenadores. Con
uno, incluso se puede grabar. En algunos casos las grabaciones rozan la
ilegalidad porque la película del móvil se cuelga en la Red sin permiso alguno.
En los centros educativos
está prohibido el uso del móvil en el horario lectivo. Los profes te lo pueden
requisar si te suena en mitad de clase o el profesor te sorprende hablando el.
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